Hace un tiempo atrás paseando con mi hijo menor, me di cuenta que estaba caminando con sus cordones desatados, por precaución le pedí que se los atara, al hacerlo me llamó mucho la atención la forma en la que había logrado ejecutar una perfecta rosa en su zapatilla. Según mi percepción era una forma bastante diferente de tomar el cordón, sin embargo, el resultado final era muy bueno. Le pregunté cómo había aprendido esa técnica de amarre para sus zapatos, me dijo riendo que solo la había aprendido y que con el tiempo se hizo automático en él, además de que no le parecía nada de extraño.
Éste hecho me hizo recordar otra actividad cotidiana que me llamaba mucho la atención durante mi época de estudiante. Muchas veces me sorprendí por la forma en que mis compañeros tomaban el lápiz para escribir, algunas me parecían extrañas e incluso incómodas, sin embargo, al mirar la escritura se observaba una letra clara y legible y me sorprendía que con esta forma tan diferente se lograra un muy buen resultado.
Éstos dos hechos cotidianos y muchas veces imperceptibles, nos ayudan a entender que hay muchas formas de lograr un objetivo y de desarrollar una solución para un problema, de hecho, creo que todos tenemos formas diferentes de tomar el lápiz y de atarnos los cordones y que nadie pensaría en decir que una es mejor o más eficiente que la otra. Durante la vida laboral y académica, se nos presentan de forma cotidiana, desafíos, metas y objetivos a cumplir, en los cuales debemos esforzarnos por identificar cuál es la mejor manera de lograrlos. Sin embargo, nos percatamos que existen varios caminos y que debemos elegir uno, el cual en definitiva será nuestra propia manera de lograr el objetivo planteado. Efectivamente, no hay soluciones únicas para un determinado problema y la solución será más o menos eficiente dependiendo de la persona y su experiencia.
En Ingeniería este concepto está en desarrollo, ya que una de las principales competencias requeridas por el ingeniero actual, es su capacidad de encontrar diversas soluciones a problemas complejos. En termodinámica, ocurre exactamente lo mismo, existen diversas soluciones térmicas para un mismo proceso productivo, diversos equipos, diversos sistemas, para un mismo fin, gestionar adecuadamente el uso del calor. Cuál es la mas eficiente, dependerá del proceso, del perfil económico y medioambiental de la industria y de la experiencia de los ingenieros en la búsqueda de la solución.
El calor, es la forma de energía más utilizada en la industria, de hecho, un altísimo porcentaje de todos los productos manufacturados, consumen calor en alguna parte del proceso productivo, calor que generalmente no queda en el producto, si no que es descartado o devuelto al gran reservorio ambiental. Es por esto, que es fundamental que la industria identifique cual es la forma más eficiente de generar y consumir el calor, ya que en sus respectivos procesos se encontrarán diversas alternativas de solución, por que como vimos no hay soluciones únicas.
Como aporte en este tema, en las próximas semanas estaré profundizando en las soluciones térmicas disponibles para la industria, como por ejemplo el hecho de saber cuándo escoger una caldera de vapor, una caldera de agua caliente o un calentador de fluido térmico para un determinado proceso. Además, identificar cuál es la importancia real de las soluciones de eficiencia energética, concepto tan importante a considerar hoy en día y tener claridad sobre él.
